Extracto del libro: "Carabayllo: Génesis de Lima Norte" Por los autores Edgar Quispe Pastrana y Santiago Tácunan Bonifacio y de la municipalidad distrital de Carabayllo
La obra citada, narra la historia del pujante distrito de Carabayllo, cuna de las poblaciones de Lima Norte. Aquí la importancia de las haciendas, en especial de Infantas, su arraigo, su poder, y su decadencia (No narra la historia del pueblo de Infantas, pero se hace referencia)
La Esclavitud
Los esclavos eran destinados a trabajos tanto en la ciudad como en el campo. En este último, los negros eran recluidos en los galpones (casa para esclavos), separados en dos grupos: hombres y mujeres. Dentro de los galpones se prohibía hacer vida conyugal, las parejas debían vivir aparte en rancherías. Para obtener obediencia entre los trabajadores, el castigo fue uno de los medios más usados al interior de la hacienda. Los castigos iban desde los azotes hasta la muerte. Los azotes en el cepo eran temidos pues, una vez azotado y con la espalda ensangrentada, el esclavo era expuesto a la intemperie donde el calor y los mosquitos completaban el castigo. Estos maltratos aunados a una mala alimentación y los trabajos forzosos, con frecuencia desencadenaban en enfermedades que finalmente provocaban la muerte. Entre las enfermedades que sufrían estaban el mal de corazón (angina, infarto), el mal de costado(neumonía, pleuresía), el mal ijada (cirrosis,hepatitis), el mal de piedra (nefritis, cólico renal), el mal de cámaras (tifoidea, colitis), el mal de orina (cistitis, prostatitis), el mal de calentura (fiebre alta e infecciosa), el mal de bubas (tumor venéreo,sífilis), el mal de tabardillo (tifus), el mal de San Antón (lupus), el mal de San Lázaro (lepra), el mal de rabia (hidrofobia), el mal del susto (depresión) y el mal de melancolía (depresión aguda). Este último era común en los negros bozales por causa del alejamiento de su patria o familiares.
Los esclavos fueron considerados objetos de compra venta en el mercado limeño y su precio variaba de acuerdo a la edad, sexo y oficio conocido. Una vez comprado, el esclavo le debía obediencia absoluta a su amo o dueño hasta el día de su muerte, salvo que, mediante el ahorro, pudiese juntar dinero y comprar su libertad o por la voluntad de su amo pudiese ser declarado libre. Esta última actitud no significaba una buena voluntad del amo, salvo contadas ocasiones, sino por el contrario el dueño liberaba al esclavo por ser viejo o estar enfermo. De esta manera se excusaba de gastos. Es oportuno discernir acerca de porqué y cómo llegan los esclavos al Perú,específicamente para la zona rural de la costa peruana. Ante la disminución de la población indígena los hacendados españoles los reemplazaron por esclavos negros, quienes eran traídos desde el continente africano. Los esclavos estaban considerados dentro del estrato social inferiores a los indígenas y su condición fue determinada por los Reyes Católicos en 1518. Los esclavos llegaron al Perú, desde que Francisco Pizarro arribó a las costas del pacífico. Durante la época colonial los esclavos ingresaron por varias modalidades:
- Por licencia (1493-1595) concedida por el Rey a un particular, previo cobro de un impuesto y el registro de los esclavos negros.
- Por asiento (1595-1798) en que una empresa particular remplazaba al Monarca en la concesión de la licencia.
- Por libre tráfico (1798-1812) toda persona podía traficar con los esclavos. Este sistema continuó hasta 1819.
Los esclavos procedían, principalmente de Senegal y Congo; se diferenciaban por ser Chalas, mozambiques, minas, congos, mandingas y baquelas. Esta población al bautizarse adoptaba un nombre hispano y su apellido era su lugar de origen.
Por otro lado, debido a los maltratos que recibían los esclavos, muchos de ellos se fugaban de las haciendas y se iban a vivir en las quebradas de Carabayllo, en donde formaron sus palenques. A estos esclavos fugados se les llamaba cimarrones, quienes para sobrevivir asaltaban a las haciendas, los tambos y los viajeros. Ante esta situación el gobierno virreinal ordenó a las tropas a perseguirlos y capturarlos. En 1764, el virrey Manuel Amat y Juniet ordeno al hacendado de Collique Martín Achurra: “(...) pasase parte de la tropa del Callao al Valle de Carabaillo a apreender a los negros cimarrones que robaban y mataban en aquel camino y [Martín Achurra señaló que] me fue preciso acompañar la expedición como Capitán de Regimiento de aquel Valle y uno de los hacendados que debía concurrir por su parte a la prisión y castigo de los negros(...)”
El más famoso bandido cimarrón fue el negro Andrés Mays, que rondaba los caminos del valle de Carabayllo y las haciendas de la entrada de Lima. Dicha banda estuvo:“(...) haciendo muchos daños ( ..) a todos los transeúntes y aún forzando a las mujeres que por allí se conducían(...)”
Por ello, todos los viajeros y transeúntes se encomendaban a Dios y a los santos con el fin de que en su trayecto nada le sucediese. El Camino Real a Canta era una de esas rutas peligrosas. Las consecuencias de estos sucesos en realidad habían sido generadas por los propios hacendados, quienes con sus malos tratos hicieron que los esclavos se convirtieran en cimarrones.
El ferrocarril de Lima-Ancón-Chancay
El estudio y trazo de ferrocarriles se inició durante el primer gobierno de Ramón Castilla (1845-1851) y se prolongó hasta el régimen gubernamental de José Balta (1868-1872), los cuales se construyeron con las ingentes ganancias producto de la venta del guano de isla. La construcción de estas vías férreas dio impulso principalmente a dos sectores de la economía peruana: la agricultura y la minería. Para la zona norte de Lima se proyectó tres trazos diseñados:
a) El primero, iría desde Lima, cruzaría por la parte media y alta del valle de Carabayllo (Chacra Cerro, Caudivilla, Huacoy, Punchauca, Caballero, Chocas) Palpa, cuesta de Huacho, pampas de Lochihuasi hasta Sayán. No se tomo encuenta por su excesivo costo.
b) El segundo, partiría desde Lima, cruzaría solo el valle medio de Carabayllo (Infantas, Chillón, Tambo Inga) siguiendo un trazo paralelo del ferrocarril de Ancón y de allí hasta Chancay, Chacaillo, Lomas de Lachay, Pampas de Salinas hasta Huacho. Este trazo sirvió de base para el contrato de construcción.
c) El tercer trazo iría desde Lima, cruzaría Carabayllo por Chacra Cerro, Caudivilla, Pampa Libre, Puente Piedra hasta la bahía de Ancón, Huaral, Pampa de Retes, Lomas de Chancay, Pampa de Salinas,Guacho y Sayán. Este sería el trazo que finalmente se utilizará para su construcción. Cabe mencionar que este trayecto tenía tres ramales: de Huaral al puerto de Chancay; del pueblo de Huacho al puerto del mismo nombre y de Huacho a Sayán.
En 1867, el tercer proyecto es aceptado y Modesto Basadre solicitó realizar la construcción, lo que fue aceptado por el gobierno peruano. El privilegio de uso sólo se concedía al constructor para la línea de Lima a Chancay por 25 años; después la propiedad pasaría al gobierno a los 99 años. El 19 de abrilde 1870, se decretó la apertura al tráfico público de la sección Lima a Ancón. Este ferrocarril tuvo una serie de dificultades para la culminaciónde su trazo y fue terminado recién a principios del siglo XIX. Esta importante vía férrea dio mayor impulso a los dueños de las haciendas cercanas o colindantes al mencionado ferrocarril e incrementó el valor de sus predios. Un ejemplo de ello lo vemos en 1871 con la hacienda Pro de Nicolás Rodrigo, cuyo valor ascendió a 172 748,55 soles.
Fuerza laboral de las haciendas limeñas
El éxito en la productividad de las haciendas, tanto en la colonia como en la República, dependió del trabajo de los esclavos y peones.El 12 de agosto de 1821, San Martín decretó una resolución que establecía que apartir de la fecha cada hijo de esclavo que nacía en el Perú era libre. Éste fue el primer gesto amplio que promovió el libertador en pro de la población esclava. Durante el gobierno de Simón Bolívarse dictó las primeras reglamentaciones para los esclavos. Una ley del 14 de octubre de 1825 estableció un horario de trabajo de no más de 10 horas laborales, ningún esclavo podía recibir másde 12 azotes como castigo, prohibiéndose asi mismo el uso del cepo, grillos y bregas. De igual manera, se obligaba al hacendado a entregar una libra de harina en tres raciones y dos raciones de fríjol para su manutención diaria. El 3 de diciembre de 1854, el presidente Ramón Castilla decretó la abolición de la esclavitud en todo el Perú. Esta ley generó que unos quince mil negros esclavos se acogieran a su beneficio y por ello el gobierno se comprometió a asumir el costo de cada esclavo e indemnizaba a cada propietario con un equivalente de 300 pesos por cada esclavo.
Previo a este beneficio, el 17 de noviembre de 1849 el gobierno de Ramón Castilla promulgó una ley con el objetivo de contratar inmigrantes chinos “coolíes” para que laboren como peones, principalmente en las haciendas productoras de azúcar y algodón. Se estima que desde 1849, fecha en que llegó el primer grupo de chinos, hasta 1872, llegaron al Perú aproximadamente cincuenta mil chinos, la gran mayoría procedente principalmente de Macao, de ahí el apelativo de “macacos”. Para 1874, el número de colonos chinos sobre pasaba los ochenta mil habitantes, de los cuales 24,298 chinos radicaban en Lima
Durante casi todo el siglo XIX la inestabilidad fue una constante en la vida política, económica y social de la República peruana. La exportación del guano y el salitre conformaba un panorama económico prometedor, pero fue interrumpido por el conflicto con Chile. Durante esta época se cortó las líneas del progreso de la economía peruana. Las haciendas fueron obligadas a pagar cupos de guerra, la mano de obra disminuyó y el mercado interno y externo se redujo a límites inaceptables. Por otro lado, las islas guaneras fueron expropiadas por el gobierno chileno, y administraron las remesas de guano y salitre quese comercializaba con los países europeos
Carabayllo (LIMA NORTE) durante la guerra con Chile
Al declararse la guerra con Chile, el Concejo Municipal de Carabayllo, presidido por el alcalde Pedro Antonio Pomar, convocó a los hacendados y pobladores del valle a una reunión extraordinaria, el 1 de junio de 1879. En dicha reunión se informó a los asistentes de los últimos acontecimientos acaecidos con el país vecino, los pobladores acordaron participar en la defensa del suelo patrio.Con dicha finalidad deciden conformar el "Escuadrón de Carabayanos" que estaría presidido por el alcalde municipal y Francisco Canevaro. En dicha reunión se elaboró un acta de compromiso en la que manifestaban su propósito de defender la patria ante cualquier agresión por parte de los chilenos. Durante la guerra contra Chile, el valle de Carabayllo tendrá un rol protagónico. Después de las batallas de San Juan y Miraflores, llevadas a cabo el 13 y 15 de enero de 1881 respectivamente, el presidente Nicolás de Piérola se retiró del campo de batalla y se dirigió a la sierra central
La recuperación de las unidades de producción
Acaecidas las guerras con los ejércitos chilenos y ante la imposibilidad –al menos durante los primeros años posteriores a la guerra– de que el grueso de la población vuelva a sus actividades agropecuarias, una parte de la población se dedicó a la pesca de camarones en el río Chillón. Esta actividad económica fue practicada por un buen número de pobladores, quienes formaron un gremio de Camaroneros. Estos trabajadores laboraban desde Márquez-desembocadura del río Chillón– hasta Macas. Por otro lado, la guerra con Chile ocasionó un retroceso y estancamiento en el desarrollo de la producción agrícola peruana. En plena guerra algunos hacendados buscaban formas para mantener su producción. La hacienda Infantas, contaba con un trapiche para moler caña de azúcar y un destilador de ron de caña, su propietaria, la Sociedad Althaus y Tenaud, en un intento por darle sostenibilidad a la empresa, realizó un convenio con el hacendado de Asnapuquio para que su caña fuera molida exclusivamente en el trapiche de Infantas. Este convenio, de tres años de duración, estipulaba adicionalmente la producción de ron de caña en el mismo trapiche. Por esta labor y en vista de la escasez de circulante, la hacienda Infantas cobraría en especie el 40% de la producción de caña molida y de la elaboración de ron. Posteriormente, las unidades productivas se fueron recuperando y se vio impulsada con la agroindustrialización. Es así como, a la clásica producción de caña de azúcar, se sumó el algodón que, para inicios del siglo XX representó uno de los productos de mayor demanda en el ambito mundial. En este proceso de recuperación, la economía y la agricultura peruana pasaron por tres grandes momentos:
-La etapa de reconstrucción (1890 a 1900). Se organizaron las Cámaras de Comercio francesa, española, del Callao, Arequipa y Lima; se establece el Banco Italiano, se estructuran los bancos hipotecarios, surge la Sociedad de Agricultura y Minería.
-Etapa de afianzamiento y crecimiento agrícola y de exportación (1901-1930) Las empresas agroindustriales lograron exportar productos como el azúcar y el algodón, que se vieron favorecidos por los conflictos acaecidos de la primera guerra mundial.
-Etapa de modernización y afirmación económica (1931-1960). Las haciendas se implementan con diversas maquinarias agroindustriales .Este lento desarrollo del sector agroindustrial nuevamente tuvo que afrontar la escasez de la fuerza de trabajo, más aun después de la interrupción de la migración china al Perú. Ante esta situación, el gobierno de Piérola promovió la llegada de la mano de obra japonesa, mediante un decreto firmado el 19 desetiembre de 1898. Del primer grupo dejaponeses que llegó al Perú en 1899 ochenta fueron destinados para trabajos agrícolas en el valle de Carabayllo. En Carabayllo, la hacienda Caudivilla fue una de las que contrató mayor cantidad de mano de obra oriental.
La fuerza de trabajo asiática destacó por ser muy laboriosa y pudo adaptarse a un periodo intensivo de trabajo. Esta apertura del mercado laboral para inmigrantes asiáticos fue abolida en 1923. Pero a causa de la coyuntura bélica que atravesó Europa con la primera guerra mundial(1914 – 1918), que provocó una gran demandadel sector agrícola, el gobierno de Augusto B. Leguía impulsó una nueva apertura del mercado nacional. Sin embargo, en la década de 1910, los propietarios de las haciendas de Carabayllo para no verse perjudicados económicamente con la inestabilidad política, económica y social, optaron por arrendar sus propiedades con la finalidad de obtener un rédito, librándose de todo compromiso y riesgo de administración de la empresa agrícola.
La I Guerra Mundial favoreció a la producción de azúcar que, debido a las altas cotizaciones que alcanzó en el mercado mundial. Se convirtió en un producto netamente de exportación, transformando la costa norte y central del Perú en la zona azucarera más importante del Perú
Posteriormente, a partir de 1925,comenzó la disminución pues los precios bajaron al punto que muchos ingenios se vierono bligados a cerrar sus instalaciones temporalmente. Es así como Chacra Cerro, Pro, Chuquitanta y Carapongo (este último, en el valledel Rímac) dejaron de producir azúcar entre1925 y 1926. En todo el valle de Carabayllo sólo quedó funcionando el ingenio de Naranjal, que en 1938 también dejó de producir azúcar.
El éxito del cultivo de caña de azúcar y algodón en el mercado mundial llevó a que muchos extranjeros y empresarios adinerados a formar sociedades y compañías agrícolas. Estas organizaciones empresariales compraron tierras agrícolas de diversas haciendas y las fusionaron. Por otro lado la producción de algodón permitió el surgimiento de una mediana industria algodonera, tanto en la costa central como el sur del Perú. Las haciendas dedicadas a la producción de esta materia prima instalaron máquinas desmotadoras, con las cuales procesaron la fibra textil empaquetándola en pacas para su posterior transporte y venta. Éste es el caso de las haciendas Chacra Cerro y Chocas, en el valle de Carabayllo, siendo esta última la encargada de procesar el algodón que elaboraban las haciendas vecinas de Caballero y Punchauca. Pero del algodón no sólo se aprovechaba la fibra, sino también la semilla o pepa de la cual se extraía aceite. Posteriormente, la crisis económica de los Estados Unidos en 1929-30 afectó a la producción de azúcar, y de otras materias primas. Los cambios de la economía mundial provocaron que muchos empresarios agrícolas transformen sus ejes de desarrollo, alternando en algunos casos la siembra de algodón con la crianza de ganado vacuno. El auge de los diversos productos lácteos se presentó en Arequipa y en el valle de Carabayllo, principalmente en las haciendas La Molina y San Diego. Este apogeo duró hasta mediados del siglo XX. En los años treinta, la producción de azúcar –en los valles de Carabayllo y el Rímac– alcanzó un volumen de 17 076 toneladas métricas, que eran procesadas en los ingeniosde la zona. En Carabayllo existían seis ingenios.
Al iniciarse la segunda guerra mundial (1939-1945), la producción algodonera decayó debido al cierre del mercado europeo, incluyendo al país oriental del Japón. El azúcar tuvo mejor suerte ya que su demanda se incrementó, principalmente hacia el mercado norteamericano. A partir de la década del treinta, los trabajadores de las haciendas eran peones de procedencia mestiza, principalmente del norte y centro del país, llamados: enganchados, quienes se constituyeron en esencial mano de obra que se caracterizaba por ser de bajo costo. Durante esta etapa surgieron los primeros movimientos sindicales que promovieron una serie de reivindicaciones sociales, no sólo de trabajadores de clase obrera sino también campesina. Estas acciones fueron promovidas por los partidos políticos de masas,como el APRA y el Partido Comunista, que tratando de ganar protagonismo, apoyaron la reivindicación y defensa de los derechos sociales de la clase trabajadora. Otro aspecto a considerar es la dinámica social que se desenvolvía en el pueblo de San Pedro de Carabayllo. Lima inicia un crecimiento urbano y los ejes viales importantes van a ser los focos del establecimiento urbano. En Lima Norte, el ferrocarril Lima-Ancón y la carretera Lima Canta se constituirán en el eje de los nuevos centros urbanos, esto va a provocar un aislamiento de San Pedro de Carabayllo, ya que ambas vías estaban distantes del pueblo. Por ello, San Pedro se mantendrá como un pueblo rural ajeno a la modernidad en términos de desarrollo, sin embargo, el pueblo tuvo algunas excentricidades, como la llegada del cine en 1938, lo cual motivo a la comunidad a construir un local adecuado para las proyecciones cinematográficas. En 1953, el Concejo Municipal de Carabayllo adquirió un grupo electrógeno para dotar de energía eléctricadurante las noches a la población. El servicio de luz estaba restringido a un horario de 6:00 p.m. a11:00 p.m. y la tarifa mensual que pagaba cada poblador era de S/. 2.00 soles. En ese año el alcalde era el Sr. Daniel Peláez Tataje, uno de los últimos alcaldes que aún reside en el pueblo de San Pedro de Carabayllo. Históricamente la capital del distrito de Carabayllo fue el pueblo de San Pedro. Pero formalmente, de acuerdo a la Ley Nº 12301 emitida durante el gobierno de Manuel A. Odría, el 3 de mayo de 1955, se le otorga a San Pedro de Carabayllo la categoría de pueblo y capital del distrito.
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Durante el período 1879-1883, el Perú atravesó por una situación muy crítica debido a la infausta guerra contra Chile. Después de los combates marítimos y de la campaña terrestre del sur, los chilenos, lograron ocupar la ciudad de Lima, en 1881. Este acontecimiento obligará al presidente, Nicolás de Piérola a retirarse de la capital y dirigirse a la sierra central, desde donde trató de organizar la defensa del suelo patrio.En estas circunstancias, el reconocido tradicionalista Ricardo Palma le escribe a Piérola para conminarle a utilizar la vasta experiencia y preparación en asuntos militares del general César Canevaro Valega, integrante de la Sociedad José Canevaro e Hijos,quien se encontraba plenamente restablecido de una herida de bala que había recibido en su participación en la defensa de Lima. A pesar de esta recomendación, Piérola nunca enroló al referido general en los ejércitos peruanos. La carta en mención fue escrita el 4 de marzo de 1881, en la que Palma también le informa lo que estaba sucediendo en la capital con la ocupación chilena
A pesar de este mudo llamamiento, el general César Canevaro no dejará de participar cercanamente en las diversas decisiones políticas asumidas por el gobierno peruano y la comunidad edilicia de Lima. El alejamiento de Piérola del centro de la ciudad, posibilitó la elección de un nuevo presidente para el Perú, siendo designado Francisco García Calderón. Esta designación no será reconocida por el Alcalde de Lima, Rufino Torrico. Ante esta actitud, el electo presidente, mediante decreto del 18 de marzo de 1881, declara cesante a los miembros del municipio limeño y repone en sus cargos a las anteriores autoridades edilicias. Es así como el general César Canevaro asume el cargo de Alcalde de Lima, función que ya había desempañado en años anterioresLa instalación del nuevo cuerpo ediliciose llevó acabo el 31 de marzo de 1881, pero este nombramiento fue nominal, pues los chilenos controlaban todas las instancias del Estado peruano. En medio de esta situación, el general Canevaro intentó realizar su labor como Alcalde de Lima sin obedecer las disposiciones chilenas, provocando que el jefe del ejército chileno dispusiera su cese el 7 de diciembre de ese mismoaño. En su reemplazo se nombró a Adolfo Guerrero como nuevo Alcalde de Lima. Concluida la guerra, en 1887, nueve hermanos de la Sociedad Canevaro acuerdan ceder y traspasar todos sus derechos, acciones y capitales que tenían en la hacienda Caudivilla-anexos, a tres de sus hermanos: José Francisco, Rafael y César Canevaro Valega, quienes en adelante serán los únicos accionistas y dueños exclusivos de dicha propiedad.Estos hermanos deciden en 1892,constituir una nueva sociedad denominada: Sociedad Agrícola Caudivilla Limitada. Las propiedades que conformaban esta sociedad estaba integrada por la hacienda Caudivilla-anexos, las tierras de Pampa Libre, Gallinazo, San Pedro Alcántara, ubicadas al otro lado del río, y finalmente la hacienda Punchauca. El gerente y representante legal de la empresa será el general César Canevaro Valega, quien logra constituir a la sociedad como una de las más exitosas empresas agrícolas de Carabayllo. La extensión de todas laspropiedades que conformaban dicha sociedad alcanzaba a 451 fanegadas. En 1894, Rafael Canevaro se constituirá en el único propietario de la Sociedad Agrícola Caudivilla Limitada, debido a que sus hermanos César y José Francisco le transfieren sus derechos y acciones. Durante la gestión de Rafael Canevaro, la Sociedad sobrellevará una disminución de la mano de obra que provocó una contracción en la productividad de la empresa. Estas circunstancias fueron provocadas por la suspensión del tráfico de la mano de obra china (coolíes) hacia el Perú, que recién se restablecerá en 1899 con la llegada de mano de obra procedente del Japón. Solo de esta manera, Rafael Canevaro podrá contratar un primer grupo de 50 japoneses procedentes de Hiroshima. Pero esta situación no sólo era producto de la escasez de fuerza de trabajo, sino de una severa crisis en el ámbito mundial que originó la disminución del precio del azúcar. Este oscuro escenario e incierto panorama, motivó a Rafael Canevaro a persuadir a sus hermanos, César y José Francisco, para nuevamente asociarse. Es así como Rafael Canevaro devuelve las acciones a sus socios en 1902. Nuevamente bajo el poder de los tres hermanos Canevaro, la Sociedad contratará un promedio de 50 peones japoneses más, procedentes de Hiroshima para así impulsar la producción de caña de azúcar. Además, para darle un verdadero impulso a la productividad de las haciendas que conformaban la Sociedad, deciden solicitar un préstamo de 6.500 libras peruanas al Banco del Perú y Londres, poniendo como garantía las tierras de Caudivilla-anexos, cuya extensión, en este año de 1902, abarcaba unas 427 fanegadas
En 1908, la Sociedad Industrial Infantas Limitada propietarios de la hacienda Infantas,deciden comprar las tierras de Caudivilla-anexos,de la Sociedad Agrícola Caudivilla Limitada, pagando por ellas 15000 libras peruanas. En 1912, tuvo la necesidad de construir un trazo que comunicase con la línea férrea que iba hacia el puerto de Ancón para así poder trasladar sus productos agrícolas al mercado interno y externo.El punto de partida de dicha vía ferroviaria era la hacienda Infantas, pero para llegar a su destino debía de cruzar las tierras de la hacienda Chacra Cerro, propiedad de Adela Vargas, con quien establece un convenio para que la línea cruce por su propiedad. El convenio se establece por un periodo de 15 años, recibiendo en reciprocidad la dueña de Chacra Cerro, el uso de los desagües de los potreros o suertes de tierras que se hallaban en la hacienda Caudivilla. Además del uso del agua de riego que llegaba por la toma de 3 bocas. Estas raciones adicionales de aguas y desagües era inndispensables para mejorar la productividad de la hacienda Chacra Cerro.
En 1917, la Sociedad Industrial Infantas Limitada se ve imposibilitada de pagar un préstamo equivalente a 75 000 libras al Banco Alemán Transatlántico. Esta situación la obliga a rematar la hacienda Caudivilla-anexos, que es adquirida por la Compañía Agrícola Carabayllo quien paga por ella un valor de 261 000 libraa peruanas.
En 1920, Caudivilla-anexos formará parte de una nueva sociedad, quien paga por ellal a suma de 1'750.000 dólares americanos. Esta adquisición convierte a la Sociedad Agrícola Infantas y Caudivilla Limitada en una de las más grandes propietarias de tierras agrícolas en el valle de Carabayllo. En 1938, la referida sociedad arrendaría las tierras de Caudivilla-anexos a Octavio R.Gago y Lozano, Benito Lores Gonzales, Luis Dibos Dammert y José Quesada Larrea, por un tiempo de 6 años, con una merced anual conductiva de 4.700 quintales de algodón desmotado. Concluido el presente contrato de arrendamiento, la sociedad, representada por Rollin Thorne Sologuren, arrienda a los hermanos Luis y Enrique Dibos Dammert las mismas propiedades, además de la hacienda Chacra Cerro que contaba dentro de sus instalaciones con una fabrica desmotadora de algodón. El tiempo de arrendamiento fue de 4años por la que los arrendatarios se comprometían a pagar anualmente 7.138quintales de algodón Tanguis debidamente despepitados y limpios. En 1945, la Sociedad Agrícola Infantas y Caudivilla Limitada, cambia de razón social y se denomina: Sindicato de Inversiones Rusticas y Urbanas Sociedad Anónima (SIRUSA) Este cambio de nombre obedece a que la sociedad aparte de explotar las tierras agrícolas del valle de Carabayllo, darán inicio al crecimiento urbano. Muchas hectáreas de tierras agrícolas pasaron a convertirse en zonas urbanas. Al igual que 10 años atrás, los hermanos Luis y Enrique Dibos Dammert, solicitarán en 1948, al nuevo propietario de Caudivilla-anexos, su arrendamiento por un espacio de 6 años, con un pago anual de 3.600 quintales de algodón Tanguis limpios y desmotados.
En este año, se lleva acabo una tasación de la propiedad, dando como resultado el aumento del valor de la hacienda Caudivilla-anexos a un importe de 22´452.227.50 soles oro, 18´086.000.00 más que hasta ese entonces estaba estimada. En 1957, nuevamente los hermanos Dibos Dammert arrendarán la hacienda Caudivilla-anexos (Concon y Huacoy), por un período de 6 años, el cual se prorrogara por un año más con una merced anual conductiva de 3.000 quintales de algodón desmotado y limpio. En el período de los hermanos Dibos Dammert el cultivo y la producción de algodón se supero largamente lo que le permitió pagar la alta merced conductiva, así mismo los Dibos se dedicaron a la producción lechera y para ello contaban con un establo con ganado vacuno traído de Holanda. Esto se debió a que como patrón de las haciendas, principalmente el señor Enrique Dibos, tenía una relación horizontal con todos sus trabajadores, los apoyaba en las necesidades más urgentes que tenían, además participaba de las celebraciones tanto religiosas como festivas que se llevaban a cabo en la hacienda Caudivilla, asimismo los mismos Dibos vivían en la hacienda permanentemente. Esta relación horizontal entre Patrón y los trabajadores de la hacienda comprometió a este último grupo a trabajar con mayor voluntad ya que su esfuerzo de alguna manera era reconocido por el patrón, principalmente en los momentos más difíciles que pasaba cada trabajador. Por ello los que han vivido esta época lo recuerdan con gran cariño y gratitud.
En este año, se lleva acabo una tasación de la propiedad, dando como resultado el aumento del valor de la hacienda Caudivilla-anexos a un importe de 22´452.227.50 soles oro, 18´086.000.00 más que hasta ese entonces estaba estimada. En 1957, nuevamente los hermanos Dibos Dammert arrendarán la hacienda Caudivilla-anexos (Concon y Huacoy), por un período de 6 años, el cual se prorrogara por un año más con una merced anual conductiva de 3.000 quintales de algodón desmotado y limpio. En el período de los hermanos Dibos Dammert el cultivo y la producción de algodón se supero largamente lo que le permitió pagar la alta merced conductiva, así mismo los Dibos se dedicaron a la producción lechera y para ello contaban con un establo con ganado vacuno traído de Holanda. Esto se debió a que como patrón de las haciendas, principalmente el señor Enrique Dibos, tenía una relación horizontal con todos sus trabajadores, los apoyaba en las necesidades más urgentes que tenían, además participaba de las celebraciones tanto religiosas como festivas que se llevaban a cabo en la hacienda Caudivilla, asimismo los mismos Dibos vivían en la hacienda permanentemente. Esta relación horizontal entre Patrón y los trabajadores de la hacienda comprometió a este último grupo a trabajar con mayor voluntad ya que su esfuerzo de alguna manera era reconocido por el patrón, principalmente en los momentos más difíciles que pasaba cada trabajador. Por ello los que han vivido esta época lo recuerdan con gran cariño y gratitud.
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